Industria alimentaria: ¿por qué hay que medir los imanes?

Recibimos una solicitud de una empresa francesa que fabrica turrón. (¡El maravilloso Nougat de Montélimar!) Querían que se midieran los imanes de su planta de producción para -según sus propias palabras- cumplir las normas de calidad y asegurarse de que los imanes siguen funcionando de forma óptima. Esto también es necesario para seguir cumpliendo las normas de garantía de calidad HACCP (Hygienic Critical Control Points).

Este sello de calidad se aplica a todos los fabricantes de productos alimentarios, ya elaboren chocolate, azúcar, leche en polvo, harina o sopa.

Medir los imanes: ¿cómo se hace y cuáles son los criterios?

Guy Mutsaerts es experto en el campo de los imanes para la industria alimentaria. Él mismo mide regularmente los imanes y explica todos los pormenores: En principio, un imán permanente conserva su valor magnético de por vida, por lo que hay poco riesgo de que la intensidad del campo magnético se degrade. Los únicos factores que podrían hacer que un imán perdiera su fuerza son: la fractura, la corrosión o el calentamiento (temp. >80 °C). La exposición al calor es algo natural en la industria alimentaria. Por ejemplo, cuando se limpia con agua caliente o se introduce en un pasteurizador. Vea su explicación en este vídeo.

Gaussímetro

La intensidad del campo magnético se mide con un gaussímetro, pero éste no siempre proporciona una indicación precisa y no nos dice nada sobre la eficacia. Lo único que nos dice es que no se ha reducido la fuerza del imán. La única forma real de comprobar el funcionamiento de un imán es con partículas de prueba. Como esto es muy difícil de hacer en la práctica, la medición del flujo es la mejor alternativa".
 

Especificaciones HACCP

Guy prosigue: El problema es que las especificaciones HACCP no dicen nada sobre el funcionamiento y la aplicación de un imán. Sólo mencionan el valor gauss o la densidad de flujo. Pueden ser correctos, pero el funcionamiento y la aplicación también son criterios importantes. Tomemos, por ejemplo, una situación en la que no hay tubos de acero inoxidable alrededor de los imanes; se oxidarán y crecerán bacterias entre los imanes.

Distancia entre barras magnéticas

El funcionamiento también se ve afectado por la distancia entre las barras. A menudo, éstas se colocan más separadas para conseguir una gran capacidad. Esto provoca un vacío en el campo magnético, lo que hace imposible capturar todas las partículas de hierro. Para superar esta deficiencia, abogo por incluir la densidad de flujo mínima en las especificaciones del APPCC. Al fin y al cabo, es el valor de flujo mínimo el que determina si es posible capturar una partícula de hierro. Al realizar mediciones también nos encontramos con situaciones en las que se han instalado rejillas magnéticas muy grandes. Este tamaño hace que la limpieza sea peligrosa; pone a los operarios en peligro de aplastamiento durante la limpieza. Conclusión: las normas de calidad deben hacer algo más que especificar la densidad de flujo ("valor gauss"). '

Diferencia de valor magnético

' Además, en la práctica comprobamos que un gaussímetro no siempre indica los mismos valores. A pesar de que estos gaussímetros están calibrados se pueden obtener valores diferentes. Si tres personas realizan la misma medición, se obtienen tres resultados diferentes. Esto genera confusión y malestar entre los responsables del control de calidad. La experiencia me ha enseñado que es mejor no medir directamente sobre la barra, sino a una pequeña distancia, por ejemplo 5 mm. Allí la densidad de flujo es estable. Esto se explica en nuestro whitepaper (PDF).
 

Servicio interno

Actualmente tenemos cientos de clientes en la industria alimentaria para los que medimos sus imanes. Nuestros clientes de la industria alimentaria consideran importante que personas con experiencia realicen esta tarea por ellos una vez al año. Al fin y al cabo, no disponen de un gaussímetro calibrado y tampoco tienen experiencia realizando las mediciones. Estamos encantados de hacerlo por ellos".